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1715

Versalles a la muerte se Luís XIV

En mayo de 1682, Luís XIV anunció su decisión de establecer la corte y el gobierno en Versalles. Las obras de ampliación incluyen numerosas dependencias y dos grandes alas para alojar a los príncipes.

En 1710, la construcción de la Capilla real es la última gran obra de Luís XIV, cinco años antes de su muerte.

A la muerte de Luís XIV, el Palacio se parece mucho al que conocemos actualmente.

Sin embargo, puede admirar los pabellones a ambos lados de la reja Real, que fueron destruidos en los siglos XVIII y XIX.

La Capilla real también resulta visible, con su pequeño campanario y los plomos dorados de los tejados.

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En mayo de 1682, Luís XIV anunció su decisión de establecer la corte y el gobierno en Versalles. Esto constituyó una revolución en el modo de vida de la familia real y la corte, acostumbradas desde siempre a una vida itinerante que las llevaba de palacio en palacio, a lo largo de todo el año, en función de las estaciones, la caza y las circunstancias políticas.

A fin de preparar esta instalación, el rey encargó a su primer arquitecto, Jules Hardouin-Mansart, un importante plan de ampliación del Palacio para poder alojar a toda la familia real y todos los cortesanos con cargos en la corte, además de la construcción de numerosas dependencias para los servicios del gobierno y la corte.

Hardouin-Mansart realizó en 1678-1682 la construcción de un ala al Sur de la parte central del Palacio, el ala del Mediodía, para alojar a los Niños de Francia. Luego, se edificó otra ala, en 1684-1689, simétrica a la primera, en el lado Norte, para los apartamentos de los otros príncipes de sangre. En el antepatio del Palacio, se levantan las dos alas de los Ministros, para dar cabida a las cuatro secretarías de Estado (Asuntos exteriores, Guerra, Casa del Rey y Marina), y detrás, al Norte, una torre de agua y, al Sur, el Gran Común, para los servicios relativos a la cocina. En frente, se añaden las avenidas que conducen al palacio, la Gran Caballeriza, para los caballos de ensillar, y la Pequeña Caballeriza para los caballos de tiro. Además, hay más dependencias repartidas por la ciudad. En los servicios propios al Palacio sólo se podían alojar 4.000 personas, cuando se estima que la corte de Versalles contaba con más de 6.000 personas.

La construcción del ala del Mediodía conllevó la transformación del parterre vecino, que se extiende por explanaciones de terreno que se apoyan en una nueva orangerie, edificada con proporciones monumentales. Está bordeada por dos escaleras, los Cien Peldaños representados por Martin en el primer plano de su cuadro.

Vista de la Orangerie, de las escaleras de los Cien-Peldaños y del palacio de Versalles hacia 1695, atribuido a Jean-Baptiste Martin, el Viejo (1659-1735), Versalles, palacios de Versalles y de Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Franck Raux

Vista de la Orangerie, atribuido a Martin

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Retrato de pie de Luis XIV a la edad de 63 años en gran traje real (1638-1715), Hyacinthe Rigaud (1659-1743), 1702, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © EPV/ Jean-Marc Manaï

Retrato de gala de Luís XIV, por Rigaud

A Luís XIV se le conoce actualmente en todo el mundo por este retrato que, sin embargo, le representa al final de su reinado, envejecido y presa de dificultades políticas de todo tipo, especialmente con el resto de los reinos y repúblicas de Europa.

A pesar de todo, Hyacinthe Rigaud nos brindó, en 1701, una imagen impresionante de majestad, símbolo de la monarquía absoluta instaurada desde el inicio de los años 1660. El anciano rey encargó el retrato al artista para entregárselo a su nieto, el duque de Anjou, que se había convertido en rey de España con el nombre de Felipe V, poco después de la llegada al trono de este último. Pero Luís XIV obtuvo tal satisfacción con este retrato (una imagen de la majestad real como aún no había conseguido nunca antes) que conservó el retrato para sí, y envió a España otro más marcial.

El retrato muestra una imagen que constituye un compromiso entre el gran traje de la coronación y el de la primera ceremonia de la Orden del Santo Espíritu, presidida por el soberano justo después de su coronación. La gran capa de terciopelo flordelisada forrada de armiño, y las regalías (la corona, el cetro, la mano de justicia, la espada "de Carlomagno") son, efectivamente, los que se le entregaron al monarca en su coronación, en Reims, el 7 de junio de 1654, pero las prendas que vemos debajo de la capa (la chaqueta, los bombachos y las medias) son los de la Orden del Santo Espíritu, recibidos al día siguiente de la coronación.

Unánimemente alabado desde su realización, el retrato de Rigaud ha sido un modelo inigualado para todos los retratos de soberanos, en Europa y fuera de Europa, desde 1701.

Françoise d'Aubigné (1635-1719), marquesa de Maintenon, representada como Santa Francisca Romana, Pierre Mignard (1612-1695), hacia 1694, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Daniel Arnaudet / Gérard Blot

Madame de Maintenon, por Mignard

Françoise d’Aubigné tuvo una vida sorprendente desde su juventud en el Poitou y en la Martinica. Se instaló en París al contraer matrimonio con el poeta Scarron. Más tarde, fue seleccionada para ser la gobernanta de los hijos nacidos de la unión de la marquesa de Montespan con Luís XIV. Gracias al favor del rey, se convirtió en marquesa de Maintenon y, en 1683, se casó en secreto con Luís XIV. Tras un período de unión apasionada, su relación con el soberano evolucionó hacia una relación de pareja en la que ella tenía una función de consejera, a menudo no muy tenida en cuenta, según su propia opinión.

Tras la muerte de María Teresa, en 1683, el rey encargó construir, para Madame de Maintenon, un pequeño apartamento con vistas al Palacio, cerca, y al mismo nivel que el sujo, donde, cada día, gustaba de pasar un poco de tiempo.

Muy vinculada a los medios religiosos, Madame de Maintenon acercó al rey a la religión. Entre las manifestaciones de su influencia, podemos contar la construcción de una nueva y suntuosa capilla palaciega, entre 1698 y 1710, en el ala Norte de Versalles.

El retrato de Pierre Mignard, pintado hacia 1694, es una de las imágenes más bellas de Madame de Maintenon. El artista la representó con los rasgos de su patrona, Santa Francisca Romana. El libro abierto es el redactado por la santa, la mano puesta en el pecho da testimonio de su compromiso religioso y su devoción.

Poco antes de la muerte del rey en 1715, Madame de Maintenon se retiró a Saint-Cyr. Allí había fundado una escuela para la educación de las jóvenes nobles sin fortuna. Y allí murió también en 1719.

Buffet servido para la colación con motivo de las veladas de apartamento en Versalles, Antoine Trouvain (1656-1708), 1696, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

Buffet servido durante las veladas de apartamento 1696

La boda del duque de Borgoña, heredero del trono, con María Adelaida de Saboya, el 7 de diciembre de 1697, es una de las numerosas ceremonias familiares celebradas en Versalles en la última parte del reinado de Luís XIV. No se celebró en la Capilla real que conocemos actualmente, sino en la que la precedió y que había sido construida por Hardouin-Mansart en 1684, entre la parte central del Palacio y la gruta de Tetis, en el lugar ocupado hoy en día por el salón de Hércules y el vestíbulo que se encuentra debajo.

El joven duque de Borgoña (nacido en 1682) contrajo matrimonio con una chica muy joven en medio de la familia real al completo. Luís XIV está en el centro, seguido de su hijo, el Gran Delfín, padre del novio. A la derecha, Monsieur, hermano del rey, duque de Orleans, está acompañado de su segunda esposa, Isabel Carlota de Baviera, conocida como "la Palatina", que se halla rodeada de sus hijos, entre los que destaca Felipe de Orleans, el futuro regente, en primer plano.

El cuadro celebra un feliz acontecimiento familiar y dinástico, dentro de una familia real que contaba con tres generaciones en buena salud. A principios del siglo XVIII, quedaría decimada con la muerte del Gran Delfín, 1711, de los dos novios, a pocos días de intervalo, en 1712, y la del propio rey, en 1715. En rama de los mayores, tan sólo sobreviviría el hijo de los jóvenes novios, bisnieto de Luís XIV, Luís XV, que en 1715 tenía a penas cinco años. Conducido por su tío a Vincennes, y posteriormente a París en 1715, no volvería a Versalles hasta cumplida su mayoría de edad como rey de Francia, en 1722.

Jules Hardouin-Mansart (1645-1708), arquitecto, superintendente de los Edificios, François de Troy (1645-1730), Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

Retrato del arquitecto Jules Hardouin-Mansart, por de Troy

Los talentos de Jules Hardouin-Mansart son múltiples, especialmente como arquitecto y hombre de corte. Luís XIV lo conoció por haber sido el arquitecto del palacio de Clagny, residencia de Madame de Montespan, a partir de 1675. Arquitecto ordinario del rey y miembro de la Academia real de Arquitectura en 1675, primer arquitecto del rey en 1681, en 1691 se convirtió en inspector y, luego en superintendente de los Edificios del Rey, en 1699, lo que le otorgó el control de todas las construcciones y los acondicionamientos de edificios de la Corona.

A partir de 1678, intervino en Versalles, donde dirigiría las obras durante treinta años. El rey le encargó la ampliación del palacio, que realizó con maestría. A él le debemos la galería de los Espejos, las alas del Mediodía y el Norte, las alas de los Ministros, la Pequeña y la Gran Caballeriza, el Gran Común, la torre de agua, la Capilla real, la Orangerie y el Gran Trianón, así como numerosos acondicionamientos en los jardines y el parque.

Desagravio realizado a Luís XIV por parte del dux de Génova. Desagravio realizado a Luís XIV por parte del dux de Génova en la galería de los Espejos de Versalles, el 15 de mayo de 1685, Claude Guy Hallé (1652-1736), hacia 1710, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot / Christian Jean

Audiencia del dux de Génova en la galería de los Espejos en 1685, por Hallé.

En la galería de los Espejos, recientemente terminada, Luís XIV recibió el 15 de mayo de 1685, y en presencia de toda la corte, al Dux de Génova, Francesco Maria Imperiale Lercari, que había venido para desagraviarle por un incidente diplomático acaecido entre dicha república italiana y el reino de Francia, y que conllevado el bombardeo de la ciudad por parte de la flota real. Puesto que el dux no debía salir de Génova, so pena se ser privado de todo cuando poseía, el rey había obtenido, de parte de la ciudad, una derogación para esta visita. Quiso dar ejemplo recibiendo el desagravio del dux en el espacio más prestigioso de Versalles.

La galería de los Espejos proporcionó a la corte un amplio lugar de recepción del que, hasta entonces, carecía el Gran Apartamento, pero Luís XIV sólo lo utilizó para recibir a los representantes de las cortes extranjeras de forma extraordinaria, para impresionarles.

El cuadro de Hallé es un cartón de tapicería para una de las piezas complementarias de la colgadura de La historia del rey, encargada por el Gran Rey, pero tejida después de su fallecimiento, entre 1716 y 1725. Parece evidente que el pintor no conoció el mobiliario de plata que aquí muestra, presentado por Luís XIV en el Gran Apartamento de Versalles pero fundido 1689. No obstante, por fantasiosos que resulten en su pincel, el trono, los veladores, los jarrones de ornamentos y otros pebeteros, dan testimonio de la fascinación duradera que este conjunto extraordinario, tan costoso como efímero, ejerció en sus contemporáneos.

Los embajadores de Siam recibidos por Luís XIV en 1684, Sébastien Le Clerc , el Viejo (1637-1714), Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Derechos reservados

Los embajadores de Siam recibidos por Luís XIV en 1684, por Le Clerc

La visita de los embajadores del rey de Siam, Phra Naraï, en 1686, fue la primera de la embajadas venidas de los confines del mundo que Luís XIV recibió en Versalles. Y para un acontecimiento excepcional, se optó por un lugar excepcional: la Gran Galería (galería de los Espejos) a penas terminada.

El rey tomó la costumbre de recibir de esta forma a los enviados de sitios lejanos, para impresionarles más. El decorado muy marcial de la galería hacía difícil la posibilidad de recibir a los representantes de las potencias europeas humilladas por el rey durante la guerra de Holanda (1672-1678). Así pues, se les recibía en el salón de Apolo, con una decoración mitológica más neutra, o en el gabinete del Consejo.

La visita de los siameses estableció el protocolo de la corte para este tipo de ceremonias. A su entrada en el Palacio, acompañados por el introductor de los embajadores, los diplomáticos tomaban el Gran Grado (que tomó el nombre de "escalera de los Embajadores"), atravesaban el Gran Apartamento y daban a la entrada de la galería de los Espejos, que tenían que atravesar (con las tres reverencias acostumbras) para presentar al rey la misiva de su soberano. Luís XIV los recibía ante su trono, colocado en el extremo de la galería, sobre una estrada. Los príncipes se hallaban a ambos lados del trono, mientras que toda la corte, con trajes de gala, reunida a lo largo de la galería, asistía a la audiencia.

Primera promoción de los caballeros de la orden de San Luís por Luís XIV en Versalles el 8 de mayo de 1693, François Marot (1666-1719), Versalles, palacios de Versalles Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

Ceremonia de entrega del cordón de la orden de San Luís por el rey en su habitación, por Marrot

Luís XIV creó la Orden de San Luís en 1693 para recompensar a los oficiales valerosos. No estaba reservada a la nobleza, como era el caso de la Orden del Santo Espíritu, o de algunas otras órdenes más antiguas.

Marot representa la primera ceremonia de entrega de la Orden por parte de Luís XIV en su habitación de Versalles. No se trata de la habitación que el soberano ocupaba en 1693, sino de su última habitación, creada en 1701 en el salón central del Palacio, adyacente a la galería de los Espejos; sus puertas, que daban a la galería, se habían cerrado para crear una alcoba para la cama. Este cuadro de 1710 es particularmente valioso para conocer el antiguo mobiliario de la estancia, ya que es la única representación completa que ha llegado hasta nuestros días. La cama del Rey está enmarcada por dos célebres cuadros de la colección real que aún se encuentran en Versalles, a la izquierda San Juan en Patmos, de Innocenzo da Imola, entonces atribuido a Rafael, y a la derecha El rey David tocando el arma, de Domenico Zampieri, conocido como el Dominiquin. Estas dos obras acompañaron a Luís XIV a lo largo de toda su vida, desde su juventud en las Tullerías, hasta el final de su reinado en Versalles.

La instalación de la última habitación del Rey en el centro del Palacio marcó, en 1701, el apogeo del sistema de funcionamiento de la corte, centrado en la persona del rey y el desarrollo de su jornada. La habitación se convirtió en el lugar simbólico del absolutismo monárquico hasta el final del Antiguo Régimen. Aparte del ceremonial habitual del "pequeño" y el "gran despertar" por la mañana, y el "gran" y el "pequeño acostar" por la noche, que originaban una efervescencia que todos los contemporáneos narraron, también era el lugar de ceremonias más inhabituales a las que se deseaba dar un carácter particular (distribución de distinciones honoríficas, etc.)

El acondicionamiento de la habitación que muestra Marot fue de una gran utilidad para la restitución de la estancia, inaugurada en 1980.

Maqueta de la habitación del rey Luís XIV en Versalles, ejecutada hacia 1960, Charles Arquinet (siglo XX) maquetista; francés, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

Maqueta de la habitación de Luís XIV en Versalles antes de su restauración.

Puesto que habitación del Rey había estado en el centro de la vida de la corte a partir de 1682, su restitución se imponía como una evidencia. Al transformar Versalles en museo histórico a partir de 1833, el rey Luís Felipe se había preocupado de preservar el centro neurálgico del apartamento de Luís XIV en torno a la habitación real, y había intentado restituirla en un estado que debía recordar al máximo el que él mismo había conocido cuando era joven, en la corte de Luís XVI, especialmente cuando fue presentado ante el rey en 1784. Reuniendo elementos dispersos, había conseguido crear un conjunto más evocador que históricamente exacto, que siguió intacto hasta las vísperas de la Segunda Guerra Mundial.

Sólo se pudo realizar una restitución más exacta después del conflicto, con la ayuda de generosos mecenas, entre los que destaca el millonario chileno Arturo López-Willshaw. Apasionado por Versalles, que le había inspirado en la decoración de varias de sus propiedades, ofreció al director de Versalles, Gérald van der Kemp, que se volviese a tejer el brocado rojo ornado con hilos de oro de la habitación del rey, tal y como estaba a finales del reinado de Luís XIV, para devolver a la estancia todo su resplandor.

Esta maqueta, realizada por Charles Arquinet, ebanista del Palacio, se encontraba en la habitación del Rey en los años 1960-1970. La habitación restituida se inauguró en 1980.

Elevación de la fachada de la Capilla de Versalles sobre el patio de la Capilla con corte del salón de Hércules (Plancha 493) al lado de la chimenea / ARQUITECTURA FRANCESA - Tomo IV - 1756 - Editado por Charles-Louis JOMBERT en París. in-folio, Jacques-François Blondel (1705-1774), 1756, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

Corte transversal de la Capilla de Versalles

Desde que Philibert Le Roy reconstruyese la capilla durante el reinado de Luís XIII (1631-1634), Versalles ha tenido cinco distintas. La cuarta, que fue la que más conoció Luís XIV, había sido construida por Hardouin-Mansart en 1684, al Norte de la parte central del Palacio, apoyada en la gruta de Tetis. Cuando se construyó el ala Norte, se la debía desplazar hasta allí, pero los proyectos se alargaron más de lo previsto y permaneció entre estas dos partes del Palacio durante muchos años. Fue necesario esperar hasta 1698 para ver el inicio de la obra de una nueva capilla (una capilla real digna de tal nombre) no muy lejos de allí, pero apartada del eje de circulación. Anexada al ala Norte, esta capilla tenía, por fin, una orientación correcta.

Todo el proyecto fue obra de Jules Hardouin-Mansart, pero lo concluiría tras su muerte, en 1708, su cuñado y sucesor como arquitecto del rey, Robert de Cotte. La capilla se inauguró en 1710.

Por su colosal arquitectura de sillares, la nueva capilla se destaca de las viejas fachadas de ladrillo y piedra del palacio que dan a la ciudad. Hardouin-Mansart quiso, con esto, establecer la escala deseable para la tan esperada reconstrucción de dichas fachadas.

Con sus dos plantas, incluida una tribuna para el rey al mismo nivel que sus apartamentos, la nueva capilla retoma las características de las capillas palatinas medievales, y también están vinculada a la arquitectura gótica clásica por su nave, los arcenes, las tribunas, el coro en ábside con deambulatorio, y su espectacular elevación.

Una decoración muy profusa, esculpida en las partes bajas y pintada en los techos y la bóveda, celebra el misterio de la Redención y la Santa Trinidad.

De 1710 a 1789, la mayoría de las grandes ceremonias reales (bautizos, bodas, ceremonias de las Órdenes, Te Deum, etc.) se celebraron en esta capilla.

Corte longitudinal de la fachada de la Capilla de Versalles (en el lado Norte) con corte del vestíbulo alto de la capilla (Plancha 494)/ ARQUITECTURA FRANCESA - Tomo IV - 1756 - Editado por Charles-Louis JOMBERT en París. in-folio, Jacques-François Blondel (1705-1774), 1756, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

Corte longitudinal de la Capilla de Versalles

El rey David tocando el arpa, Domenico  Zampieri, conocido como El Dominiquin (1581-1641), Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Daniel Arnaudet

El rey David tocando el arpa, por Le Dominiquin

El rey David tocando el arpa de el Dominiquin era, en su época, uno de los cuadros más importantes y más famosos de la colección de Luís XIV. Desde que el rey lo adquirió en 1661, siempre se expuso en una de las estancias más importantes del apartamento del Rey, la sala del Trono (salón de Apolo) o la habitación del Rey, generalmente junto a otro famoso cuadro, San Juan en Patmos, de Innocenzo da Imola, atribuido entonces a Rafael.

Desde el inicio de su reinado personal en 1661, Luís XIV se había afanado por reconstruir las colecciones reales, dispersas por las dificultades que había atravesado el reino desde mediados del siglo XVI. Había comprado cuadros y esculturas antiguas, bronces y otros objetos de piedra dura, monedas y medallas, libros y manuscritos, todo lo que tradicionalmente constituía las colecciones de los príncipes instruidos. Estos dos cuadros de El Dominiquin y de Raphaël pertenecían a las grandes corrientes de la pintura europea, bien representadas en sus colecciones: en el caso del primero, la escuela clásica italiana de principios del siglo XVII, o boloñesa y romana; en el del segundo, al Renacimiento italiano, florentino y romano. Estas dos escuelas eran los principales modelos de la nueva escuela de pintura francesa que se implantaban en París, en torno a la Academia Real de Pintura y Escultura, y en Roma, en torno a la Academia de Francia.

La gran figura bíblica del rey David se presentaba, tradicionalmente, como uno de los modelos del soberano cristiano, pecador y arrepentido. En el caso de Luís XIV, que se acercó a la religión en la segunda parte de su reinado, la elección del cuadro podía parecer particularmente apropiada.

  • Retrato de pie de Luis XIV a la edad de 63 años en gran traje real (1638-1715), Hyacinthe Rigaud (1659-1743), 1702, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © EPV/ Jean-Marc Manaï

    Retrato de gala de Luís XIV, por Rigaud

  • Françoise d'Aubigné (1635-1719), marquesa de Maintenon, representada como Santa Francisca Romana, Pierre Mignard (1612-1695), hacia 1694, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Daniel Arnaudet / Gérard Blot

    Madame de Maintenon, por Mignard

  • Buffet servido para la colación con motivo de las veladas de apartamento en Versalles, Antoine Trouvain (1656-1708), 1696, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

    Buffet servido durante las veladas de apartamento 1696

  • Jules Hardouin-Mansart (1645-1708), arquitecto, superintendente de los Edificios, François de Troy (1645-1730), Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

    Retrato del arquitecto Jules Hardouin-Mansart, por de Troy

  • Desagravio realizado a Luís XIV por parte del dux de Génova. Desagravio realizado a Luís XIV por parte del dux de Génova en la galería de los Espejos de Versalles, el 15 de mayo de 1685, Claude Guy Hallé (1652-1736), hacia 1710, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot / Christian Jean

    Audiencia del dux de Génova en la galería de los Espejos en 1685, por Hallé.

  • Los embajadores de Siam recibidos por Luís XIV en 1684, Sébastien Le Clerc , el Viejo (1637-1714), Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Derechos reservados

    Los embajadores de Siam recibidos por Luís XIV en 1684, por Le Clerc

  • Primera promoción de los caballeros de la orden de San Luís por Luís XIV en Versalles el 8 de mayo de 1693, François Marot (1666-1719), Versalles, palacios de Versalles Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

    Ceremonia de entrega del cordón de la orden de San Luís por el rey en su habitación, por Marrot

  • Maqueta de la habitación del rey Luís XIV en Versalles, ejecutada hacia 1960, Charles Arquinet (siglo XX) maquetista; francés, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

    Maqueta de la habitación de Luís XIV en Versalles antes de su restauración.

  • Elevación de la fachada de la Capilla de Versalles sobre el patio de la Capilla con corte del salón de Hércules (Plancha 493) al lado de la chimenea / ARQUITECTURA FRANCESA - Tomo IV - 1756 - Editado por Charles-Louis JOMBERT en París. in-folio, Jacques-François Blondel (1705-1774), 1756, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

    Corte transversal de la Capilla de Versalles

  • Corte longitudinal de la fachada de la Capilla de Versalles (en el lado Norte) con corte del vestíbulo alto de la capilla (Plancha 494)/ ARQUITECTURA FRANCESA - Tomo IV - 1756 - Editado por Charles-Louis JOMBERT en París. in-folio, Jacques-François Blondel (1705-1774), 1756, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Gérard Blot

    Corte longitudinal de la Capilla de Versalles

  • El rey David tocando el arpa, Domenico  Zampieri, conocido como El Dominiquin (1581-1641), Versalles, palacios de Versalles y Trianón © RMN (Palacio de Versalles) / Daniel Arnaudet

    El rey David tocando el arpa, por Le Dominiquin