1670
El palacio del sol
A finales de los años 1660, Luís XIV deseaba realizar estancias en Versalles más a menudo. Quería alojarse con mayor comodidad y pidió a su arquitecto, Louis Le Vau, primer arquitecto del Rey, que idease un proyecto de ampliación. Las nuevas fachadas a los jardines envolvieron el pequeño palacio de ladrillo y piedra, lo que les da el nombre de "Envoltorio" con que las conocemos.
Decididamente modernas, construidas de sillares y coronadas con balaustradas que ocultan los tejados planos, estas fachadas se inspiran en la arquitectura de las villas italianas de la época barroca, pero se impregnan del estilo francés, totalmente clásico: tres plantas con una base de arcos y tabiques, una hermosa primera planta con ventanas rectangulares, con relieves y pilastras o columnas, un ático con ventanas cuadradas, con pilastras, y balaustrada puntuada rítmicamente con trofeos y macetas.
La concepción del "Envoltorio", con una terraza entre dos pabellones, no tiene parangón en la arquitectura francesa de la época. La terraza en mirador permite admirar la "gran perspectiva" y los jardines creados por André Le Notre, y separa los apartamentos del rey de los de la reina.
A finales de los años 1660, Luís XIV, que deseaba aumentar sus estancias en Versalles y alojarse más confortablemente en un hermoso apartamento, pidió a su arquitecto, Louis Le Vau, que idease un proyecto de ampliación. Las nuevas fachadas a los jardines, de sillares, envolvieron el pequeño palacio de ladrillo y piedra, lo que les da el nombre de "Envoltorio" con que las conocemos. Estas fachadas, decididamente modernas, están coronadas con balaustradas que ocultan los tejados planos, se inspiran en la arquitectura de las villas italianas de la época barroca, pero se impregnan del estilo francés, totalmente clásico:
El edificio incluye principalmente dos apartamentos simétricos, para el rey al Norte y para la reina al Sur, con siete habitaciones en hilera, separados al lado Oeste por una gran terraza en mirador que da a los jardines. Los salones, cuyos techos con dovelas de estuco están pintados con figuras alegóricas y divinidades mitológicas, están perfectamente iluminados con grandes ventanales. Las paredes, por su parte, están cubiertas de mármol polícromo o con ricos tejidos tendidos.
Puesto que el rey había escogido el sol como emblema, los apartamentos tienen una profusa decoración basada en el tema de los planetas girando en torno al astro solar. Versalles se convirtió, entonces, en una verdadera residencia real.
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A partir de 1660, bajo la dirección de Charles Le Brun, la manufactura de los Gobelinos realizó un fastuoso mobiliario de plata para los apartamentos de las residencias reales. Claude Ballin y otros orfebres ejecutaron unas 167 piezas de plata maciza: muebles (mesas y espejos, banquetas y taburetes, veladores, tederos y otros elementos de iluminación, etc.) y piezas de vajilla monumental (bandejas, jarrones, aguamaniles, etc.). Muy pronto, este mobiliario se agrupó en su totalidad en el Gran Apartamento de Versalles, ante los ojos de todo el mundo. Todos los contemporáneos admiraban estas piezas como obras maestras.
Pero la vida de este conjunto fue efímera. A partir de diciembre de 1689, para pagar los gastos de sus guerras, Luís XIV ordena su fundición y aconseja a los cortesanos que hagan lo mismo con sus propias piezas de orfebrería. Rápidamente desaparecido, y más a menudo imaginado que realmente visto, el mobiliario de plata contribuye al mito del Rey Sol.
Tan sólo algunas representaciones nos permiten imaginar y soñar con estas magníficas piezas de orfebrería francesa.
La gran escalera del Apartamento del Rey se llama el Gran Peldaño o escalera de los Embajadores. Imaginado por el arquitecto Louis Le Vau, es obra de su sucesor, François d’Orbay, y del pintor Charles Le Brun. Su construcción se extendió de 1672 a 1679.
Con una decoración muy rica de mármol polícromo y bronce dorado, está iluminada de forma cenital mediante un ventanal; el dovelaje pintado en el techo y el conjunto de la decoración presentan la victoria del rey en la guerra de Holanda (1672-1678).
Mal iluminada, bastante deteriorada y poco utilizada bajo el reinado de Luís XV, excepto para las grandes audiencias diplomáticas, la escalera se destruiría en 1752 a petición de dicho monarca para permitir la ampliación de su apartamento interior.
La conocemos bien por algunos vestigios que han perdurado y por una hermosa serie de grabados, además de por la maqueta del edificio, presentada en su antiguo emplazamiento (parte Norte, cerca del patio de mármol).
El busto del rey realizado por Warin constituía una respuesta al busto de mármol esculpido por Le Bernin. En la presentación oficial del busto, el rey y toda la corte elogiaron al artista. Hacia 1679, el busto ocupaba un lugar honorífico en el centro de la escalera de los Embajadores, y sirvió de modelo para la representación oficial de Luís XIV. Este majestuoso busto del rey vestido con un traje de estilo antiguo, con coraza y llevando el paludamentum (capa militar de los emperadores romanos), que hace referencia al poder de la Roma antigua.
Esta gran pintura es el único fragmento que se conserva de la decoración mural de la escalera de los Embajadores; cuando se destruyó la escalera, se tomó esta parte y se transpuso a un lienzo. La composición presenta una tapicería en trompe-l’œil, con un recuadro abierto como una ventana que da a un paisaje. Van der Meulen celebra la gloria militar de Luís XIV. Después de haber tomado la ciudad de Valenciennes, las tropas francesas cercan la ciudadela de Cambrai. La rendición se produjo el 18 de abril de 1677.
Omnipresente en Versalles, el emblema del rey es un sol radiante acompañado del lema "NEC PLURIBUS IMPAR", que podemos traducir por "Por encima de todos". Manifiesta, con orgullo, todo el poder y la gloria del Rey Sol.
El historiógrafo de Luís XIV, André Félibien (1619-1695) comenta esta representación solar en la decoración del Palacio: "Y puesto que el sol es el emblema del rey, hemos tomado los siete planetas, que sirven de temas en los cuadros de las siete estancias de este apartamento; de tal modo que en cada una de ellas debemos representar las acciones de los héroes de la Antigüedad, que guardarán relación con cada uno de los planetas y las acciones de Su Majestad."
La iconografía de este cuadro es muy particular. Toda la familia real queda aquí representada como divinidades del Olimpo. Jean Nocret pintó en 1670 el lienzo para Felipe de Orleans, al que se conoce como Monsieur, el hermano de Luís XIV, para el palacio de Saint-Cloud.
La escena no es un simple retrato de familia, sino que más bien celebra la dinastía familiar, puesto que varios retratos son póstumos.
Luís XIV domina el centro de la composición de Júpiter. Su hermano Felipe está a la izquierda representado como el Lucero del alba, rodeado de su primera esposa Enriqueta de Inglaterra, de Flora, y su suegra, Enriqueta de Francia (hija de Enrique IV), que se convirtió en reina de Inglaterra, disfrazada de Anfítrite, reconocible por su tridente. La hija de Monsieur y Enriqueta de Inglaterra, María Luisa de Orleans, futura reina de España, disfrazada de Céfiro, se encuentra entre sus padres. Cibeles que tiene un globo terráqueo, en el centro del lienzo, es la reina Ana de Austria. En segundo plano, las hijas de Gastón de Orleans, primas hermanas de Luís XIV, aparecen como las Tres Gracias. Distinguimos, por ejemplo, representada como Diana, a Ana María Luisa, duquesa de Montpensier, denominada la Grande Mademoiselle, que posa detrás del rey.
La reina María Teresa está representada cerca de un pavo, que es el atributo de Juno. La reina presenta al Delfín, representado como Himeneo. La acompañan otros dos de sus hijos fallecidos muy pequeños: Felipe duque de Anjou, de Amor, y María Teresa, a la que se conoce como la Petite Madame, de Flora. El cuadro a los pies muestra a dos de las hijas del rey fallecidas: las princesitas Ana Isabel y María Ana de Francia. La presencia de las dos niñitas con una lira en primer plano constituye un misterio. El niño en primer plano es el hijo de Monsieur, el duque de Valois, fallecido en 1666.
El cuadro se puso en el salón del Ojo de buey durante la Restauración, mucho después de su incorporación a las colecciones reales en 1785 con la compra del palacio de Saint-Cloud por parte de Luís XVI.
Este óleo sobre lienzo procede del apartamento de los Baños de Luís XIV en Versalles, donde se puso en 1677 para ornar el espacio sobre la chimenea del salón octógono. Este apartamento se componía de una suntuosa hilera de estancias que Luís XIV había encargado acondicionar con la construcción del "Envoltorio" en la planta baja Norte del palacio de Versailles para relajarse en compañía de su favorita, la marquesa Montespan.
René-Antoine Houasse era uno de los colaboradores más cercanos de Charles Le Brun y, aparte de éste, realizó varios decorados pintados en Versalles, como la decoración de los salones de Venus y de la Abundancia. En el Palacio, los decorados de Houasse retoman sistemáticamente los dibujos que le daba Le Brun, el primer pintor del rey, encargado del programa iconográfico de los apartamentos.
El artista optó, en este caso, por ilustrar el momento preciso de la metamorfosis de Dafne en laurel, cuando la estaba persiguiendo Apolo, que se había enamorado de ella.
La reina María Teresa, nacida en Madrid el 20 de septiembre de 1638, era la hija única del primer matrimonio del rey Felipe IV de España. Contrajo matrimonio con Luís XIV el día de San Juan, el 9 de junio de 1660, y desde que llegase a Francia, su suegra y tía, Ana de Austria, la tomó bajo su protección. La reina disponía, en Versalles, de un apartamento en el lado Sur, en simetría con el del Rey, que estaba al Norte, y fue allí, donde falleció el 30 de julio de 1683. En palabras del rey, "la reina nunca le había causado otra pena más que la de su muerte". Dio a luz a numerosos herederos y fue muy piadosa toda su vida.
Los hermanos Beaubrun representaron a la soberana con un vestido y una capa flordelisada forrada con armiño, bajo una cortina sostenida por dos columnas salomónicas, y sentada cerca de una mesa en la que, sobre un cojín, vemos la corona.
La concepción del "Envoltorio", con una terraza entre dos pabellones, no tiene parangón en la arquitectura francesa de la época. Provistos de hermosas escaleras de mármol, los apartamentos reales ocupan simétricamente la bonita primera planta del "Envoltorio" de Le Vau. Siete estancias se suceden, consagradas a los dioses del Olimpo: el vestíbulo (Diana), la sala de los Guardias (Marte), la sala de audiencia (Mercurio), la habitación del Rey (Apolo), el Gran Gabinete (Júpiter), la pequeña habitación (Saturno) y el gabinete (Venus). Los techos con dovelajes de estilo italiano muestran al dios protector sobre su carro, rodeado de episodios de la mitología con figuras alegóricas o de la historia antigua.
El conjunto del decorado constituye a la vez un retrato codificado de los soberanos y una alegoría del buen gobierno, tradicional en los edificios de poder.
Las paredes de los apartamentos reales, cubiertas con mármol polícromo o con ricos brocados tendidos, presentaban los cuadros más importantes de las escuelas italiana y flamenca adquiridos por el rey, que deseaba constituir una colección real que pudiese rivalizar con las del resto de los soberanos europeos. Los grandes decorados, los cuadros y el rico mobiliario proclamaban con fasto la gloria de Luís XIV.
Los techos pintados de Versalles fueron realizados por jóvenes pintores y escultores que trabajaron bajo la dirección del primer pintor del rey, Charles Le Brun, que tenía el control de los decorados del Palacio, en obras en aquella época. Daba los dibujos del conjunto del programa iconográfico y realizaba el seguimiento de su realización. Era, en su época, el maestro indiscutible de la nueva escuela de pintura francesa. Los decorados, los cuadros y le mobiliario dibujados por Le Brun tenían un único objetivo: proclamar de forma fastuosa la gloria del rey.
Versalles conserva varios esbozos preparatorios para las pinturas de los techos de los Grandes Apartamentos. Noël Coypel había ideado, para la pequeña habitación del Rey que daba al jardín, el Triunfo de Saturno, una pintura que representaba a Saturno, expulsado del Olimpo, sobre su carro tirado por dos dragones y junto a la figura de la Providencia. Pero la desaparición de la estancia debido a la construcción de la Gran Galería detuvo la realización del techo.
El museo de Versalles ha podido adquirir recientemente otro esbozo de Noël Coypel en el que se muestra a Júpiter sobre su carro en representación del planeta, entre la Justicia y la Piedad. El modelo sirvió para la decoración de la sala de los Guardias de la Reina en 1680-1681, tras haberse destinado inicialmente al Gran Gabinete del Rey, sustituido por el salón de la Guerra.
Se conserva otro esbozo de Jean-Baptiste de Champaigne para el techo del salón de Mercurio, que en 1678, era la habitación del Rey. Mercurio, reconocible por su caduceo y su casco alado, figura en el centro de este estudio preparatorio.
En 1674, Luís XIV conquistó por segunda vez el Franco Contado. Durante el verano, la hazaña se celebró durante seis días con los "Divertimentos de Versailles". Estas fiestas presentan los últimos bosquetes del jardín, mezclan construcciones efímeras y perennes. Se utilizó el patio de mármol para la representación de Alcestes, de Lully, y la fachada de la gruta de Tetis para la del Enfermo imaginario, de Molière, con música de Charpentier. Ifigenia, de Racine, se representó en la Orangerie. Al igual que para las fiestas precedentes, este divertimento terminó con fuegos artificiales. Los grabados de Le Pautre constituyen unos testimonios preciosos de estas espectaculares festividades.
Françoise, llamada Athénaïs de Rochechouart de Mortemart, marquesa de Montespan, nació el 5 de octubre de 1640 en el palacio de Lussac-les-Châteaux. En la corte, destacó por su belleza, y Luís XIV la convirtió en su amante oficial. Se le dedicaron las fiestas celebradas en Versalles durante el verano de 1668, para celebrar la firma del tratado de Aix-la-Chapelle (o Tratado de Aquisgrán), que selló la paz entre Francia y España y puso fin a la guerra de Devolución. Los festejos se celebraron en el Pequeño Parque por la tarde y se prolongaron hasta bien entrada la noche. Como en un paseo, los invitados, guiados por el rey, fueron de sorpresa en sorpresa a través de los nuevos paseos del parque.
Madame de Montespan dio siete hijos a Luís XIV, que los reconoció como legítimos. Sobrevivieron el duque du Maine, Mesdemoiselles de Blois y de Nantes, y el conde de Toulouse. Confió la educación de sus hijos a Françoise d’Aubigné, futura Madame de Maintenon. Al final de su vida, la marquesa se retiró a sus tierras y falleció en Bourbon-l'Archambault el 26 de mayo de 1707.
Girardon es uno de los escultores más famosos del reinado de Luís XIV. Se convirtió en miembro de la Academia Real de Pintura y Escultura en 1657, tras haber recibido una formación en el taller de François Anguier; luego realizó el viaje a Roma para perfeccionar sus conocimientos y su talento. Colaborador cercano de Charles Le Brun, con quien ya había trabajado en Vaux-le-Vicomte para Nicolas Fouquet, participó en la realización de numerosos grupos y estatuas del parque. Entre sus numerosas obras, aún podemos ver muchas en el parque de Versalles. Cabe destacar, por ejemplo, "Apolo servido por las ninfas" (1675), la estatua del Invierno que forma parte del "Gran pedido" (1674), el bajorrelieve "El baño de las ninfas" (hacia 1668-1670), y "El secuestro de Proserpina" (1699), en el bosquete de la Columnata.
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Presentación del trono en la galería de los Espejos para la audiencia de Siam en 1686
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Maqueta de la Escalera de los Embajadores
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Busto de Luís XIV, por Warin
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Luís XIV ante Cambrai, por Van der Meulen
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Elemento decorativo de la Reja real de Versalles
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La familia real representada como divinidades, por Nocret
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Apolo persiguiendo a Dafne, por Houasse
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María Teresa, reina de Francia, por Beaubrun
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Vista nocturna de la galería de los Espejos
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Busto de Charles Le Brun, por Bosio
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Esbozo para le techo del Gabinete de Saturno, par Coypel
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La Fiesta celebrada por Luís XIV para celebrar la reconquista del Franco Condado, en Versalles en 1674. Primera jornada.
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La Fiesta celebrada por Luís XIV para celebrar la reconquista del Franco Condado, en Versalles en 1674. Cuarta jornada.
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Madame de Montespan, atribuido a Louis Elle
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Retrato del escultor Girardon, por Revel