1966 - Siglo XX

Gran figura de la historia nacional, representante personal de toda la grandeza del Estado, el general de Gaulle no podía permanecer indiferente al boato de Versalles. El 26 de mayo de 1961, recibió allí, con toda solemnidad, al nuevo y joven rey de los belgas, Balduino I y su esposa, con un fastuoso banquete de Estado en la galería de los Espejos, y una semana más tarde, al presidente John F. Kennedy y su esposa, ya que esta última había solicitado los mismos honores versalleses… En 1963, el general de Gaulle encargó la restauración del Gran Trianón para recibir y alojar a los huéspedes importantes de la República. El apartamento, reservado a los jefes de Estado extranjeros y sus cónyuges, era el antiguo apartamento de la emperatriz, en el ala izquierda del palacio, prolongado a la vuelta por el antiguo apartamento del rey Luís Felipe. De forma paralela, el general de Gaulle encargó acondicionar el otro extremo del ala de Trianon-sous-Bois para realizar una residencia secundaria para el Presidente de la República. El conjunto se inauguró el 10 de junio de 1966.

El acondicionamiento de los apartamentos históricos, para los que se habían seleccionado los encargos de pinturas de Luís XIV para Trianón, y el estado del Primer Imperio para el mobiliario, se puso en manos de los conservadores de Versalles en colaboración con el Mobiliario nacional, que también trabajaba en los apartamentos de nueva creación, bajo la batuta del decorador Serge Royaux. Además, se realizaron enormes obras en el sótano para alojar las numerosas instalaciones técnicas: central de climatización y calefacción, central telefónica, oficinas y cocinas, etc. Tras haber sido muy utilizado en los años 1960 y 1970, Trianón se fue abandonando poco a poco como residencia presidencial, y recientemente se han confiado los espacios concernidos al establecimiento público de Versalles.