En el transcurso de los siglos

2011 - Siglo XXI

2011 : La restauración del patio de los Ciervos y la sala de los baños de María Antonieta

El patio de los Ciervos, varias veces remodelado, sirve de entrada para los apartamentos interiores de Luís XV y Luís XVI en el primer piso. Se denomina así por las cabezas de cérvidos de tierra cocida polícroma que hay en sus fachadas. Estos trofeos están provistos de verdaderos cuernos de ciervos y fueron restituidos en gran parte en 2003 gracias a la donación de M. Hubert de Givenchy.

La restauración de los balcones del patio de los Ciervos, financiada por la Sociedad de los Amigos de Versalles, ya hace posible que el público pueda admirar, gracias al balcón restituido, las pequeñas estancias demasiado estrechas para dar cabida al público, como el Comedor de los regresos de las cacerías (1753), la estancia de los Baños del rey (1768) y el Armario de Luís XVI (1789), cuyo revestimiento se restauró en 2009 gracias a la generosidad de Lady Michelham of Hellingly con la mediación de la Sociedad de los Amigos de Versalles. Así pues, estos espacios son accesibles sin riesgo de ser deteriorados.

La restauración de la estancia de los baños de María Antonieta es un mecenazgo de la Sociedad de los amigos Europeos de Versalles. Acondicionada a partir de 1784 y completada en 1788, la estancia posee un magnífico decorado esculpido en el revestimiento de las paredes de estilo arabesco. Obra de los hermanos Rousseau, el diseño del revestimiento fue probablemente realizado por el arquitecto Richard Mique. Destacan el follaje, los trofeos de instrumentos de aseo, cisnes bebiendo de una pila, los juncos, las perlas y conchas,... Todos sus elementos decorativos recuerdan el uso de esta estancia destinada al descanso tras el baño. El suelo está recubierto con baldosas de mármol blanco y negro.

Se habían vuelto a poner en su sitio las tallas de madera originales, pero, en 1984, con la aplicación de la ley programa de 1978-1982, se sustituyeron por otras idénticas. Gracias a esta restauración, que consistió en dorar los bordes de los espejos y refrescar las tallas de madera y los marcos, los visitantes de Versalles descubren un espacio de una gran armonía, una decoración esmerada que da testimonio de la intimidad de la reina y su gusto por las artes decorativas.

Vista actual del patio de los Ciervos, 2012, Versalles, palacios de Versalles y Trianón © EPV/ Christian Milet

Patio de los Ciervos en 2012